Post by spncred on Nov 14, 2022 12:28:32 GMT
La disfunción eréctil (DE) es una afección que dificulta la obtención y el mantenimiento de una erección lo suficientemente firme para mantener relaciones sexuales. Aunque es más común en los hombres mayores, también afecta a un porcentaje considerable de hombres jóvenes.
La disfunción eréctil en los hombres jóvenes puede estar causada o relacionada con una enfermedad física o psicológica subyacente. Ser proactivo a la hora de obtener un diagnóstico y comenzar el tratamiento, si es necesario, es una medida inteligente a cualquier edad.
En este artículo, analizaremos por qué la disfunción eréctil puede producirse a los 30 años y qué se puede hacer al respecto.
¿Por qué aumenta el riesgo con la edad?
Una de las principales razones por las que el riesgo de DE aumenta con la edad es porque la función eréctil depende de sistemas corporales que tienden a cambiar con la edad.
Por ejemplo, el agrandamiento de la próstata es común entre los hombres mayores y, en ocasiones, contribuye a la disfunción eréctil y a los problemas de eyaculación. Cuando la próstata aumenta de tamaño, puede comprimir la uretra, el conducto que transporta la orina y el semen.
La edad avanzada también se asocia a niveles más bajos de testosterona, una hormona importante en la función sexual masculina, y a una peor circulación, que puede afectar a la función sexual y a la mayoría de los aspectos de la salud física.
Causas físicas de la disfunción eréctil
Entre los hombres más jóvenes, las causas de la disfunción eréctil suelen estar relacionadas con el estilo de vida y la salud general. Algunos de estos factores son
• Obesidad. La obesidad aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes de tipo 2, aterosclerosis y colesterol alto. Cada una de estas afecciones puede causar disfunción eréctil.
• Fumar. Fumar puede dañar los vasos sanguíneos, dificultando la erección.
• Consumo excesivo de alcohol. El alcohol puede reducir el flujo sanguíneo hacia el pene, provocando una disfunción eréctil.
• Estilo de vida sedentario. Un estudio de 2012Trusted Source descubrió que, entre los hombres menores de 40 años, los que eran sedentarios tenían más probabilidades de sufrir disfunción eréctil que los que eran activos.
Otras causas físicas pueden ser la presión arterial alta y los trastornos hormonales, como la baja testosterona.
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Causas psicológicas de la disfunción eréctil
La disfunción eréctil también puede ser causada por problemas psicológicos o emocionales, como por ejemplo
• ansiedad
• depresión
• estrés
• problemas de pareja
Estos problemas pueden afectar a las hormonas y al sistema nervioso, que desempeñan un papel muy importante a la hora de conseguir y mantener una erección.
La ansiedad por el rendimiento también puede contribuir a la disfunción eréctil, especialmente si ya la ha sufrido anteriormente y le preocupa que vuelva a ocurrir.
Cómo recibir tratamiento
Independientemente de la causa, la disfunción eréctil suele ser tratable con la ayuda de un médico y algunos cambios en el estilo de vida saludable.
Si experimenta una disfunción eréctil de forma ocasional o frecuente, hágaselo saber a su médico. La conversación puede abarcar aspectos muy personales, como
• su historial sexual
• su actividad sexual reciente
• los problemas de pareja que pueda tener
• preguntas sobre su salud física y mental
Es posible que se le aconseje consultar a un urólogo, especializado en la salud del tracto urinario masculino y femenino y en la salud reproductiva masculina.
Es probable que el médico le pida que describa sus síntomas y le haga un examen físico. A continuación, revisará sus opciones de tratamiento.
Medicamentos con receta
Los tratamientos de primera línea para la disfunción eréctil incluyen medicamentos orales, como el sildenafilo (Viagra) y el tadalafilo (Cialis). En los Estados Unidos, estos medicamentos sólo pueden adquirirse con receta médica y pueden no estar cubiertos por el seguro.
Si está disponible, tomar una forma genérica de un medicamento para la disfunción eréctil puede ayudar a reducir el coste.
Los medicamentos orales actúan favoreciendo el flujo sanguíneo hacia el pene en respuesta a la estimulación sexual. Pueden provocar efectos secundarios. Su médico puede tratarle por una enfermedad subyacente y sugerirle cambios en su estilo de vida antes de recetarle medicamentos orales.
Suplementos
Si no quiere tomar un medicamento con receta, puede probar un tratamiento de venta libre (OTC). Varios suplementos herbales, como la L-arginina y el yohimbe, pueden ser útiles, aunque no están aprobados por la FDA.
Si se decide por esta vía, asegúrese de hablar primero con su médico. Él puede ayudarle a determinar si existe una enfermedad subyacente que cause la disfunción eréctil y si los tratamientos de venta libre son seguros para usted.
Cambios en el estilo de vida
Los cambios en el estilo de vida también pueden mejorar la función sexual, especialmente si eres joven. Por ejemplo, su médico puede sugerir lo siguiente
• Hacer ejercicio a diario.
• Dejar de fumar.
• Mantener un peso saludable.
• Seguir una dieta saludable.
• Limitar el consumo de alcohol.
• Dormir bien.
• Desestrésese con la ayuda de actividades como la meditación o el yoga.
Otras opciones de tratamiento
En algunos casos, su médico puede sugerir diferentes tipos de tratamiento. Estos pueden incluir:
• terapia de inyecciones
• terapia de sustitución de testosterona
• bombas de pene para provocar erecciones
• implantes de pene que pueden utilizarse para controlar el momento de la erección
Hablar con su pareja sobre la disfunción eréctil
La disfunción eréctil puede ser un tema difícil y emotivo para hablar con la pareja. Mantener la calma y los hechos puede ayudar a ambos a tratar el tema de forma proactiva y positiva. Al igual que con cualquier problema de la relación, una de las claves para superarlo es la comunicación sana.
Sé abierto y honesto sobre cómo te sientes, e invita a tu pareja a hacer lo mismo. Deja espacio para que tu pareja haga cualquier pregunta y no tengas miedo de compartir lo que has aprendido sobre la disfunción eréctil. Esto puede ayudar a aliviar cualquier preocupación o idea errónea sobre la causa de la disfunción eréctil.